DESASTRE EN EL AMAZONAS
Con esta información, pretendo que todos nos sentamos involucrados en la denuncia del desangrado de uno de los lugares más vírgenes y pulmón del planeta.
La selva amazónica de Perú, Brasil y Bolivia se siente amenazada por la presión por parte de leñadores clandestinos, y grupos de extracción de minerales de hierro.
Los indígenas que son los valedores de su existencia se ven amenazados y ya ha han tenido muertes. Uno de los provocadores es, Jair M. Bolsonaro, el actual presidente de la República Federativa del Brasil, considera a indígenas del Amazonas como obstáculos para el desarrollo de Brasil. Este antiguo militar y hoy político liberal, manifiesta que la Amazonas es un territorio muy amplio para albergar a unos cuantos indígenas que no son productivos, y por ello esta planteando la industrialización y desbosque de este gran pulmón de la tierra.
Jair M. Bolsonaro
En su estilo nuevo de ejercer la política en Brasil, el pasado 30 de septiembre cientos de miles de personas se manifestaron en múltiples ciudades de Brasil y del mundo, en diversas marchas contra Jair Bolsonaro. Las masivas movilizaciones, agrupadas bajo el lema Ele Não («Él no»), fueron convocadas en su gran mayoría por movimientos de mujeres que, por medio de redes sociales, expresando su rechazo a las prédicas misóginas, homofóbicas y racistas del exmilitar. Las masivas manifestaciones en repudio a Bolsonaro se repitieron en las calles de más de 80 ciudades de Brasil y en muchas capitales del mundo. En San Pablo, centro de la campaña de Bolsonaro las protestas congregaron a más de 200.000 personas, en otros centros urbanos, como Belo Horizonte, Recife, Porto Alegre, Curitiba, Fortaleza, Manaos y en casi todas las capitales de estados del país, también se llevaron a cabo importantes marchas, otros actos contra Bolsonaro se realizaron en varios países del mundo, entre los que se encuentran Alemania, Francia, España, Argentina y Estados Unidos. Incluso en Mozambique y Sudáfrica se registraron protestas.
Los actuales incendios en el Amazonas de Brasil son de despiste para así poder asumir una posición regresiva utilizando estrategias de desmonte de la protección ambiental, y los indígenas de la zona han declarado el estado de emergencia ambiental y humanitaria debido al impacto del fuego sobre el ecosistema y a sus comunidades. Se estima que unas 360 tribus (pueblos) originarios de los que se habitan entre Brasil y Bolivia que suman cerca de un millón seiscientos mil habitantes se encuentran afectados por este desastre ambiental.
Los indígenas se han organizado, bajo las amenazas de los furtivos y clandestinos leñadores, así como los que extraen el mineral de hierro, como guardianes de la selva. En este grupo de guardianes que es una fuerza autoorganizada por los mismos indígenas se dedican a defender el territorio indígena del Amazonas de las incesantes invasiones de los leñadores y madereros furtivos, y así proteger a las familias que viven aisladas que aun se mueven por la reserva. Estos guardianes, van armados y corren la zona con motocicletas.
La insistente demanda de petróleo, de hierro y madera, son los verdaderos culpables de este desastre ecológico, además de las nefastas decisiones de los gobiernos.
Luchemos y denunciemos a los intrusos y políticos nefastos, para así proteger a la naturaleza, que es nuestro futuro como especie.
